Parece que se acabó el tiempo de la persecución de Belaunde Lossio, y dado que solo Gerald Oropeza sigue fugado y que este caso, si bien es también mediático, da para páginas de farándula y Policía, habrá que retomar las labores del país para tratar de enrumbar el barco hacia aguas de crecimiento y seguridad.

El Ejecutivo no podrá ya hacer mucho, pues el periodo electoral está a la vuelta de la esquina, pero igual se debe atacar uno de los problemas que hicieron que Humala fuese presidente y que ha empeorado durante todo su gobierno: la seguridad. No se ha hecho mucho por la seguridad y recién con José Luis Pérez Guadalupe parecería que tenemos un ministro que sabe de lo que está hablando. Lo malo es que han pasado demasiados ministros antes que él y el tiempo no ayuda. No se detienen los asesinatos a sangre fría, robos y todo tipo de crímenes que atentan contra la vida en paz de los ciudadanos.

Además de seguridad, el Ejecutivo tiene que ocuparse de sostener el crecimiento económico. A pesar de haberle inyectado dinero de la reducción de impuestos y otros, la confianza, elemento fundamental para el crecimiento, parece impedir que este último aumente. Es fundamental que se trabaje en este campo, pues un año electoral es siempre lento económicamente.

Vemos que hay mucho que hacer y el tiempo vuela. No se debe parar. Ojalá el Ejecutivo lo tenga claro.