Desde el año 2021, hemos sido testigos de un preocupante deterioro en la relación entre el Congreso y el Gobierno con la prensa. Han dejado en claro sus intenciones de acosar y amedrentar a los medios de comunicación. Desde la gestión del vacado expresidente Pedro Castillo y su anterior bancada de Perú Libre hasta hoy, la sombra de una amenaza latente contra la libertad de expresión persiste.
Incluso, la actual presidenta, Dina Boluarte, ha contribuido a esta tendencia al mostrar signos de intolerancia hacia la labor periodística, cuestionando de manera pública informaciones y reportajes de los medios de comunicación.
En tanto, un detallado del historial revela hasta ocho intentos que, de manera preocupante, podrían considerarse como herramientas “mordaza” dirigidas contra el periodismo. Estas iniciativas revisadas por el diario Correo, plantean serias preocupaciones sobre el futuro de la libertad de prensa en Perú.
En este contexto, es esencial destacar la importancia de un periodismo independiente como pilar fundamental de cualquier democracia. La prensa desempeña un papel crucial al mantener a la sociedad informada, cuestionar a las autoridades y proporcionar la transparencia necesaria para una gobernanza efectiva.
El constante cuestionamiento y las posibles restricciones legislativas y del Ejecutivo ponen en riesgo la integridad de la prensa y, por ende, amenazan el derecho fundamental de los ciudadanos a estar bien informados.