Existe mucha preocupación por la conducción del país que viene haciendo el gobierno del presidente Pedro Castillo, con serios indicios de corrupción, debilitamiento del aparato estatal y freno a las inversiones.
En este escenario es clave defender la democracia, la meritocracia y el empleo, para lo cual juegan un rol de singular importancia entidades como Defensoría del Pueblo, Congreso de la República, Tribunal Constitucional, Ministerio Público, Contraloría General de la República y Servir.
Es importante que las referidas instituciones actúen como contrapeso efectivo y oportuno. Por ejemplo, el Legislativo censurando a Condori y aprobando requisitos mínimos para ministros, el Ministerio Público investigando actos de corrupción, incluyendo al presidente, así como la Contraloría General de la República y Servir sancionando a quienes se siguen manteniendo en cargos de viceministros, secretarios generales y otros sin tener los requisitos que establece la nueva normatividad.
Frente a la mala actuación de las autoridades políticas, la sociedad civil debe estar muy presente para exigirles buen gobierno, así como el ejercicio efectivo de los controles y contrapesos que contempla nuestro ordenamiento legal.
Al respecto, destaco la existencia de la Plataforma Vigilantes, conformada por 14 organizaciones, que hace seguimiento a estándares mínimos de respeto a los valores democráticos y al Estado Constitucional de Derecho por parte del Poder Ejecutivo. Importante que esta Plataforma nos recuerde los incumplimientos de este gobierno y motive a las entidades de contrapeso a ser proactivas en revertirlos desde el rol que les corresponde.
Destaco también el pronunciamiento conjunto de cuatro universidades arequipeñas sobre el futuro de Majes Siguas II, que sin duda fue relevante para la aprobación de la Adenda 13 por parte de su gobierno regional, y así dinamizar el empleo en esa región.
Resalto también la actuación de 200+ mujeres destacadas que se vienen manifestando en contra del nombramiento de agresores como ministros, que sin duda contribuyeron a la remoción de Guido Bellido y luego Héctor Valer de la Presidencia del Consejo de Ministros.
Que este momento de dificultad y desazón sea oportunidad para que las organizaciones de la sociedad civil nos fortalezcamos, nos articulemos, y levantemos la voz para demandar que las autoridades políticas antepongan los intereses ciudadanos.