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Hugo Chávez, quien gobernó Venezuela desde 1999, murió el martes dejando un país dolido, dividido y destruido.

Chávez se estrenó en política con un golpe de Estado contra Carlos Andrés Pérez, siendo encarcelado dos años y posteriormente indultado por Rafael Caldera. En 1999, con el Movimiento Quinta República, se convirtió en Presidente, impulsando la "Revolución Bolivariana".

Chávez implantó un gobierno autoritario y mesiánico, basado en su indiscutible liderazgo. El poder lo obtuvo a través de las urnas, para luego modificar la Constitución y gobernar a su antojo sin restricciones. Rodeado de leales colaboradores, muchos de los cuales eran parte de su familia, instauró programas sociales muy potentes para resolver los problemas de educación y salud, impactando directamente en los más pobres. A partir de allí, Chávez se convirtió en un Dios, sobre todo para los venezolanos más pobres. Todo en base a la renta petrolera.

Haciendo lo que quería, Chávez destruyó la pujante clase industrial de Venezuela que, a diferencia de otros países latinoamericanos, impulsaba el crecimiento no petrolero. Con eso se deshizo del empresariado. Creó una Venezuela clientelista, no solo de venezolanos pobres, sino de aquellos a los cuales repartía los más importantes puestos públicos, como en PDVSA, la importantísima empresa petrolera. La burocracia pública aumentó hasta contar con más de 4 millones de empleados públicos, a los cuales Chávez remuneraba a su antojo entregando puestos como los del Banco Central a allegados sin experiencia alguna.

Con el dinero del petróleo, que experimentó precios nunca vistos, Chávez llevó adelante "misiones" de salud y educación fidelizando a los más pobres con el Gobierno, apoyado por profesores y médicos cubanos a cambio de toda la ayuda económica que le dio a Castro y que permitió sobrevivir a los cubanos.

Impulsando el "Socialismo del siglo XXI", nacionalizó las telecomunicaciones, el cemento, el petróleo, la electricidad y todo aquello considerado relevante. Formó la Alianza Bolivariana (ALBA), para oponerse a Estados Unidos y apoyó a las FARC contra Colombia; le compró armas a Putin y "coqueteó" con Hussein, Mugabe y Gadafi.

La economía venezolana, manejada políticamente, tiene hoy uno de los mayores déficits fiscales del mundo; una altísima inflación, una deuda que cada día crece más y sus fuerzas productivas están destruidas. Caracas es una de las ciudades más peligrosas del mundo y Venezuela, uno de los países con mayor corrupción, lo que la convierte en nido de narcotraficantes, vendedores de armas, lavadores de dinero y otros delincuentes.

Es prácticamente un hecho que Nicolás Maduro será el nuevo presidente, pero llegará el día en que los pobres de Venezuela tengan que pagar el dispendio y la corrupción del régimen chavista. Otro hubiera sido el recuerdo de Chávez si los venezolanos estuvieran mejor económicamente que hace 14 años, pero sobre todo si este dejara un país unido y más libre, y no a una Venezuela a punto de colapsar.

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