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“Buenos días, señoras y señores. Yo pido al presidente Martín Vizcarra que nos apoye en las zonas altoandinas; yo voy a pedir que si quiera traigan frazadas para las zonas donde hay heladas y nieve”, es el mensaje de un niño de las alturas de Cusco, difundido a través de redes y que se viralizó rápidamente.

Como ocurre año tras año, desde inicios de abril hasta fines de agosto, gran parte del territorio nacional afronta heladas y friaje; ello afecta a buen número de personas, en especial a quienes viven en la sierra, donde hay pueblos que soportan cambios bruscos en la temperatura.

Este es un fenómeno frecuente y por ello el Gobierno debe planificar las acciones de prevención no para este año, sino para el próximo. Asimismo, con base en los informes que se acopien sobre sus consecuencias, se deben diseñar los planes respectivos a fin de que la ayuda destinada para los damnificados sea oportuna y rápida.

Aunque es cierto que el presidente Vizcarra, junto con su séquito de ministros, llegó semanas atrás a Puno para poner en marcha la entrega de kits contra heladas, este proceso se cumplió, pero con cierta demora. Sin embargo, en otras regiones hay pueblos que siguen esperando la ayuda, como es el caso de la parte alta de Arequipa, según reveló el monitoreo realizado por técnicos de la Contraloría de la República.

Esta demora se debe a problemas de cumplimiento por parte de los proveedores; ello debe ser considerado para el próximo año, con el objetivo de no volver a cometer los mismos errores.

La ayuda debe ser rápida y oportuna en estos casos.

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