¡Calma, muchachos!
¡Calma, muchachos!

Casi al cierre de la fase eliminatoria de la Copa América se confirma el favoritismo de Chile y Argentina para ganar el torneo. Los mapochinos imponen a sus rivales una presión asfixiante y un ataque comparado con mortales oleajes que desconciertan a las defensas. Los albicelestes persisten en problemas defensivos, pero -salvo el flojo partido de ayer con Jamaica- tienen a un Messi que puede desequilibrar en cualquier momento y sabe que ya es hora de ganar su primer título con la selección absoluta.

Paraguay no será fácil de cara a las eliminatorias, si insiste en un planteamiento como el que hizo temblar a los albicelestes y a los charrúas. Brasil parece ser un equipo vulnerable sin Neymar o si se anulan los vasos comunicantes que conducen hacia él, tal como lo hizo Colombia; mientras que Uruguay es un equipo fantasma sin Luis Suárez, quien de seguro será clave para los celestes en sus compromisos con miras a Rusia 2018.

Venezuela, con una defensa ordenada y de buena comunicación con su mediocampo, plantea una propuesta difícil para sus rivales, y Bolivia, pese a la aparición del “sueco” Smedberg y a los chispazos mostrados, no deja de ser un equipo inestable. De Jamaica solo puedo comentar que ha sido un buen sparring.

¿Y qué con Perú? Toda esta etapa del torneo hemos vivido de la novela sobre la intoxicación de Farfán, pero poco se ha hablado del estilo de juego de la blanquirroja, que adolece de una defensa sólida y que sufre para llegar al campo rival. ¿Se nota la mano del entrenador? El espíritu aguerrido de los peruanos, muy similar al exhibido por la oncena ecuatoriana en este torneo, muchas veces no alcanza. Como diría el “flaco” Menotti, no se puede soñar con poner un jugador de 40 años que alguna vez jugó bien. Ese será el reto para las eliminatorias: prescindir de Pizarro y Vargas, y no depender de un Farfán que sufre tantas lesiones como resfriados.

Si Perú derrota a Colombia, la hinchada debe tomar las cosas con calma y no con la ilusión que nos ganó cuando Markarián nos puso terceros en la pasada Copa América. ¡No podemos ondear nuestras banderitas cada vez que les ganamos a los “venecos” o a los “colochos”! Si pierde esta tarde, tampoco le tiremos tanto palo a Gareca, como si se tratara de la mismísima Laura Bozzo, pues ha tenido que armar un equipo competitivo en poco más de tres meses. Serenidad.

TAGS RELACIONADOS