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Ayer en Correo el ministro de Justicia y Derechos Humanos, Vicente Zeballos, admitió que el Estado recién está buscando en Estados Unidos a qué abogado contratar para que pelee la extradición del expresidente Alejandro Toledo, quien en unos días cumplirá dos años de estar corrido de la justicia peruana tras ser acusado de recibir una coima de 20 millones de dólares de Odebrecht a cambio de la buena pro para construir un tramo de la Interoceánica Sur.

Tengamos en cuenta que el Poder Judicial aprobó la extradición de Toledo en marzo pasado, pocos días antes de la renuncia del expresidente Pedro Pablo Kuczynski. Sin embargo, por el momento el Estado sigue evaluando perfiles de abogados estadounidenses para ver a quién contrata, todo esto mientras con total seguridad el prófugo se da la gran vida en Estados Unidos, tal como se ha visto en algunas imágenes difundidas en los últimos meses.

Se entiende que la extradición sea un proceso lento, pero ¿recién se está buscando abogado en Estados Unidos? ¿Dónde está el tan mentado compromiso con la lucha contra la corrupción? Lamentablemente, no es la primera vez que se actúa con parsimonia ante Toledo. Recordemos que sus millonarias compras inmobiliarias se conocieron en enero del 2013 y no se hizo nada, al extremo que logró salir del país en enero del 2017, poco antes de que se dicte orden de captura en su contra.

Sin duda Toledo es un hombre con mucha suerte. No olvidemos que hace poco fue encarcelado preventivamente, por el presunto cobro de una coima, el fiscal Abel Concha, que había sido el juez de su caso, lo cual le dará argumentos para alegar en Estados Unidos que el suyo ha sido un proceso irregular, tanto así que el magistrado que vio su caso terminó tras las rejas. Mejor no le ha podido ir al “héroe de los Cuatros Suyos”.

No podemos tener a Toledo paseándose por California o Florida mientras acá se sigue buscando abogado para gestionar su extradición. El Perú seguirá con una herida abierta mientras este señor continúe en libertad burlándose de todos con el cuento de la persecución política, aunque en lo personal veo muy difícil que algún día este fiasco de expresidente pueda estar en el banquillo en nuestro país para responder por los 20 millones de dólares.