Los 33 millones de peruanos estamos pagando las consecuencias del voto de quienes optaron por elegir al profesor Pedro Castillo como presidente del Perú a pesar de que a todas luces no estaba en condiciones de asumir tal reto, especialmente en un momento de crisis histórica como la que atravesamos en medio de una pandemia que aún no termina.
La incapacidad del presidente Castillo para gobernar salta a la vista, en primer término, al no estar en condiciones de armar un equipo de gobierno a la altura del reto. Los dos gabinetes ministeriales que ha tenido hasta el momento, han resultado uno peor que el otro, llenos de personajes que no estaban ni para funcionarios de cuarto nivel de una municipalidad distrital, y ni qué decir de los sujetos de pesados antecedentes.
Y mientras el profesor Castillo no logra asimilar la dimensión del cargo que ocupa, el país camina de tumbo en tumbo, con ministros que duran apenas semanas y que antes de salir más andan en el Congreso respondiendo por cuestionamientos en contra.
Sería bueno preguntar al profesor Castillo cuándo comenzará a gobernar con un equipo sólido, y no plagado de filoterroristas, impresentables, prontuariados, buenos para nada, sindicalistas radicales y dueños de combis piratas. Los días pasan y seguimos sin alzar vuelo debido a los lastres ministeriales.