Cateriano 2016
Cateriano 2016

Es cascarrabias y de seguro no ganaría jamás un concurso de simpatía (tampoco creo que le interese mucho), pero lo cierto es que si algo ha demostrado Pedro Cateriano en los pocos meses que lleva al frente del gabinete, es que su participación será clave para acompañar al presidente Ollanta Humala en lo que resta de su mandato.

Como les consta a algunos, esta columna no se ha caracterizado por celebrar las andanzas del Primer Ministro, pero sí reconocimos su pragmatismo político, lo que le abrió el camino al voto de investidura superando una dura crisis. Era un momento complicado para el Ejecutivo y Cateriano supo mover sus hilos ante apristas y fujimoristas. Ahora sale a respaldar al Mandatario tras sus duras críticas a los medios de comunicación desde España, pero vale preguntarse también: ¿es que acaso podría decir algo distinto y terminar jalándole la alfombra a su jefe? Claro que no.

A pocos días de que se confirme una aplastante derrota del humalismo en el Congreso con la pérdida de la Mesa Directiva, el Premier está quedando como el último reducto para conseguir que Humala y compañía lleguen a julio de 2016 con el menor número de sobresaltos políticos posibles.

La tarea es enorme: sobre todo por la escasez de voceros solventes que lo acompañen en este último año, así como la carencia de operadores efectivos. La oposición, luego de capturar -como parece- la Mesa Directiva, se entregará a la dinámica de sus propias luchas internas pensando en la campaña electoral que se avecina y, claro, investigando a Nadine Heredia tanto como esta no responda contundentemente las denuncias que se acumulan.

Así las cosas, Cateriano necesita eliminar la “grasa” a su alrededor y potenciar el “músculo”. Está visto que Alonso Segura es un pésimo compañero de ruta en Economía y debería relevarlo por alguien más político, pero quizás para eso requiera cierta luz verde con la que, por ahora, no cuenta. A hilar fino, que vienen tiempos duros para el Ejecutivo.

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