Numerosos vecinos y propietarios de tierras han visto y vivido con terror la destrucción completa de sus viviendas y algunos, la pérdida de sus familiares.

Ha llegado el momento de preguntarnos si los huaicos que bajan de gran altura asolando poblaciones habrán tomado quizá el modelo de la poderosa DINI, que se cuela donde nadie la espera y se afana en husmear negocios y vidas de profesionales y ciudadanos sin autorización válida.

Como seguramente saben ya los vecinos damnificados, las reglamentaciones prohíben construir viviendas, talleres y corrales en cauces de ríos y en quebradas, pues por allí pasarán huaicos y avalanchas destruyendo todo lo que incomoda su recorrido en pendiente hacia la costa, desde que la Cordillera de los Andes existe.

La política de “ojos bien cerrados” de las autoridades ediles de Chosica, para dejar construir en zonas que son lechos de río o torrenteras, revela enorme descuido y tal vez negligencia punible.

Nos preguntamos también si la DINI y su política de “ojos demasiado abiertos” no estará compitiendo con las fuerzas de la naturaleza… tras haber visto al famoso organismo tan dedicado a la invasión y arrastre de documentos y datos para sus propósitos.

Más allá de los símiles, esperamos que las autoridades municipales y las de la DINI entiendan por fin cuál es su respectivo papel. 

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