Clase media a cocachos

"La informalidad" quebró a la Izquierda. El dilema de los ochenta era: son proto-capitalistas -o sea potenciales enemigos de clase a futuro- o son la expresión de un pueblo que se organiza y busca mejores condiciones de vida, en una sociedad y Estado que los invisibilizó hasta que no pudo más. En cierta medida, quieren ser parte de la "democracia burguesa" con voz propia, sin "luchadores sociales" como intermediarios.

Hay que reconocer el mérito de "El Otro Sendero" en darse cuenta de lo que sucedía en la realidad: los migrantes habían sobrevivido a la ciudad utilizando sus estrategias de sobrevivencia andinas (reciprocidad, redistribución), pero las nuevas generaciones querían abrazar las reglas de juego de la sociedad adonde sus padres migraron. Los comités y organizaciones de base cumplieron su rol, afirmaron al grupo en la dinámica política de la ciudad; ahora los individuos quieren diferenciarse y ejercer plenamente su potencial y derechos.

Si el peso del Estado populista caduco y las influencias de los empresarios mercantilistas no permitían que se liberen estas fuerzas; el colapso del Perú "moderno" abrió una ventana de oportunidad a diversas propuestas del ILD. Ejemplo, la famosa Doctrina Fujimori: el Estado se alió con los campesinos y este aspecto fue decisivo para la derrota del terrorismo.

Entender que había una masa de propietarios y empresarios que deseaban moneda segura y derechos de propiedad, hicieron que el ajuste sea posible. De ahí surge la nueva clase media. La CVR se equivocó, los campesinos son los héroes y no las víctimas.