La encuesta de Datum para El Comercio deja en claro que el “Caso Rolex” y la historia cero creíble de cómo llegaron estas joyas a sus manos, está pasando una dura factura a la presidenta Dina Boluarte, quien tiene 7% de aprobación luego de haber pasado tres meses con un estable 10% que si bien es bajo, ya parecía ser su piso.
Hoy la mandataria está en un nivel de aceptación y rechazo como el que exhibía el hoy preso por corrupción Alejandro Toledo a inicios de este siglo, cuando los escándalos de sus parientes, sus excesos, su afición a la buena vida, su escasa participación en el gobierno, sus pleitos con los medios y su impericia política lo llevaron a una cifra similar.
Con la escasa aprobación de la presidenta Boluarte, es evidente que se mantiene en el poder gracias a alianza que tiene con el Congreso, que la necesita para mantenerse con vida, porque si se va ella, tendrían que irse todos a través de nuevas elecciones generales, aunque la Constitución no es clara al respecto.
Debido a la baja aceptación y en un país con gobernantes tan volátiles, la jefa de Estado se equivoca si siente que está muy segura en el cargo hasta el 2026. Que no olvide a que a partir de julio del 2025 el Congreso ya no podrá ser disuelto, y que cualquier cosa podría suceder si no enmienda el rumbo.