Construir sin pensar en los sismos
Construir sin pensar en los sismos

El Instituto Geofísico del Perú hace más de 72 años asumió la responsabilidad de monitorear la actividad sísmica en el país, generando conocimiento científico que permitió comprender la génesis y los complejos procesos de ruptura que los sismos experimentan en nuestro territorio.

A la fecha, el aporte más importante realizado por el Instituto Geofísico del Perú lo constituye, sin duda, el haber identificado dónde ocurrirán los próximos grandes sismos en nuestro país. Uno de ellos, quizás el de mayor magnitud, ocurrirá frente a la costa central del Perú, y afectaría con las mayores intensidades de sacudimiento del suelo a las regiones de Lima, Áncash e Ica.

Comprendamos que los grandes sismos no matan personas; estos solo sacuden el suelo con mayor o menor intensidad. Las personas son afectadas porque las estructuras colapsan. Luego de ocurrido el sismo de Lima del año 1746, el Conde de Superunda -virrey del Perú- dictó dos importantes medidas: solo construir viviendas de adobe y quincha hasta 2 niveles y no construir cerca de la playa. Han pasado más de 270 años y ambas medidas preventivas no fueron tomadas en cuenta. Callao y Lima crecieron como una ciudad de alto riesgo.

En 1746, el Callao y Lima ocupaban un 10% del área que hoy ocupan, y en el año 1974, un 40%; es decir, cerca del 60% del área de Lima se encuentra llena de viviendas mal construidas, además de estar tugurizadas de personas. A esto se suma la mala calidad de los suelos que, al no ser compactos, amplificarán las ondas sísmicas y soportarán mayores niveles de sacudimiento, incrementando el riesgo. Con el tiempo, hemos construido ciudades que, desde el punto de vista estructural, están en alto riesgo ante la ocurrencia de un sismo de gran magnitud. En el Instituto Geofísico del Perú, seguimos haciendo "Ciencia para protegernos, Ciencia para avanzar".