Del 30 de noviembre al 12 de diciembre 2023, se ha realizado en Dubai, Emiratos Árabes Unidos (EAU) la Conferencias de las Partes sobre el Cambio Climático, COP28, con auspicio de las Naciones Unidas.
Las COP son parte de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático, habiéndose establecido en 1992 que la actividad humana y especialmente la industrial, emite gases invernadero que están provocando el cambio climático, arriesgando la vida en la Tierra.
Los firmantes se comprometieron a reducir los gases que provocan el calentamiento global, por ello se celebran las COP. La primera en Berlín 1995, en Japón 1997 se aprobó el Protocolo de Kioto, el 2015 se aprobó el Acuerdo de París ratificando el compromiso de reducir la producción de gases contaminantes, con el objetivo que al final del siglo XXI, el aumento de la temperatura media del planeta no supere los dos grados centígrados, y de ser posible no supere 1.5 grados.
Es preocupante que en los primeros 23 años del siglo, haya subido 1.2 grados.
El debate central es sobre la “reducción progresiva” o la “eliminación progresiva” del consumo de combustibles fósiles.
Si bien los acuerdos son un avance, tienen mucho de hipocresía, como ocurre en el Perú, cuando se incentiva y premia las acciones tendientes a “reutilizar o reciclar botellas de plástico”, cuando bastaría la prohibición del uso de botellas, vasos y otros plásticos de un solo uso.
Debería suprimirse el uso de combustibles fósiles, así avanzaríamos en evitar la catástrofe del cambio climático. En las siguientes COP, Azerbaiyán 2024 y Amazonas Brasil 2025 continuará el debate.