La realidad del empleo en nuestro país antes de la pandemia era precaria. Según datos del INEI, a finales del 2019 el 72% de la PEA era informal. De cada 100 personas que trabajaban, 72 lo hacían como informales.

Entre los meses de febrero a abril del presente año, se estima que un millón 216 mil 600 personas perdieron su empleo, sólo en la ciudad de Lima. A nivel nacional se estima que el 39% del sector informal, 4 millones 739 de peruanos, se han visto afectados.

El sector informal resulta siendo el segmento más numeroso y más afectado por su condición. Es difícil que reciba algún tipo de apoyo, sumado a ello el drama de los “caminantes”, aproximadamente 167 mil personas. Los datos oficiales al mes de abril nos retratan un cuadro de urgencia y necesidad. La estadística informa y ayuda a tomar decisiones, pero el drama que viven estas personas obliga a actuar.

Es necesario dejar el cálculo electoral y plantear soluciones desde una perspectiva humana. Durante el primer gobierno del arquitecto Belaunde se hicieron muchas obras con Cooperación Popular, sistema de trabajo comunitario conocido como “minka”. El gobierno brindaba recursos y asistencia técnica, y las comunidades ponían mano de obra. Se pusieron de acuerdo para construir carreteras, acueductos, escuelas, postas médicas, etc.

Sierra Verde es un proyecto diseñado por el presidente Fujimori, para crear una red de captación de agua mediante surcos de infiltración, haciendo de la Cordillera de los Andes un reservorio de agua de 10 mil millones de metros cúbicos. Esta reserva de agua en el subsuelo se almacenaría en temporada de lluvias, permitiendo que durante todo el año crezcan pastos y se desarrollen proyectos de floricultura, bosques de pino y eucaliptos. Además, facilitaría el desarrollo de otras actividades como la ganadería y crianza de alpacas y vicuñas.

Si se impulsan y articulan estos esfuerzos con la actividad minera dentro de un contexto de responsabilidad social, y también bajo la modalidad de obras por impuestos, saldremos adelante. El Perú lo merece. Necesitamos capacidad y liderazgo, reducir ministerios y generar más puestos de trabajo.