Enfrentamos una profunda crisis política con los poderes del Estado deslegitimados, lo que abre posibles salidas nada democráticas.

La necesaria censura del exministro del Interior, Juan José Santibáñez, fue posible por el resquebrajamiento de la alianza entre Dina Boluarte, Keiko Fujimori y César Acuña, ante el retorno de la población a las calles en protesta. El viernes 21 se movilizaron alrededor de 20,000 personas.

El equilibrio de poderes, pilar de la democracia liberal, está totalmente desestructurado. Quienes nos gobiernan aprueban leyes y normas que favorecen la delincuencia, exoneran impuestos y dificultan el gobierno

Según Sinecio López: “con el siglo XXI en el Perú se instauró una democracia sin partidos que han sido reemplazados por los caudillos y las mafias patrimonialistas... que solo sirven para asaltar al… Estado”.

Con la convocatoria a elecciones generales del 2026, este 12 de abril, la alianza política gobernante se debilitará aún más.

Hay salidas probables a la crisis, desde las de corte fascista inspiradas en Milei o Bukele, hasta las populares que pueden repetir triunfos electorales como los que llevaron a Pedro Castillo a la Presidencia de la República, quien debería ser juzgado en libertad por tentativa de un delito imposible e investigado por probables delitos de corrupción.

Para evitar salidas extremistas de derecha o explosiones sociales, hagamos esfuerzos por construir consensos político-sociales, que nos permitan como país construir un futuro mejor para todos, sin pobreza, explotación o discriminaciones.