Cualquier cosa puede pasar hasta el día “D”

Faltan 8 días para que los peruanos acudan una vez más a las urnas y así elijan a nuevas autoridades municipales y regionales para el periodo 2019-2022, que tendrán un rol importante durante los siguientes años, más aún cuando el país se apresta a celebrar el Bicentenario de la Independencia Nacional.

Como ningún otro proceso electoral, este resulta atípico y preocupante por la incertidumbre reinante en la población, a la cual le interesa muy poco su participación. Ello se refleja en los diversos sondeos de opinión divulgados durante las últimas horas, los cuales indican que solo el 21% sigue la campaña de los candidatos.

Se trata de un fenómeno esperado y comprensible que se presenta en el territorio nacional como resultado de tantos actos de corrupción que involucran a políticos en diferentes niveles y poderes del Estado.

El desgaste político que se arrastra desde hace años hoy le pasa factura al proceso; a ello se suma que los diversos debates permitieron desnudar la poca preparación y la improvisación de la mayoría de postulantes.

Esta situación se presenta tanto en Lima como en regiones del norte, centro y sur, donde cualquier resultado se puede dar. El desplazamiento de candidatos favoritos por aquellos llamados chicos no se debe descartar.

Durante los días que faltan, el electorado espera la exposición de propuestas viables y alcanzables, pero no aquellas populistas e irrealizables.

Es necesario un voto responsable de la población de cada distrito, provincia y región para escoger a los mejores entre el gran número de postulantes.