Cuidado con Butters
Cuidado con Butters

A cinco meses y medio de las elecciones municipales, resulta prematuro cualquier pronóstico. Y menos si se desconoce quiénes disputarán finalmente con Luis Castañeda y Susana Villarán la administración de esta megaciudad de nueve millones de habitantes en que se ha convertido Lima.

Sus problemas son enormes, pero los principales "partidos políticos" –léase humalistas, toledistas, apristas y fujimoristas– han abandonado el terreno en los hechos pensando más en la elección nacional del 2016. Más allá de Castañeda y Villarán, hay algunas personalidades jóvenes y promisorias –no exentas de polémica, por cierto– pero todavía ninguna con la envergadura como para preocupar al favorito y a la alcaldesa. En ese panorama viene surgiendo la posibilidad de que el periodista Phillip Butters pueda tentar una candidatura independiente, la misma que –según voces cercanas a él– medita seriamente.

"¿Butters? ¿Es una broma, no?", deben pensar muchos. Pero no lo es. Bastó que el tema comenzara a correr unos días para encontrar en todos los estratos sociales gente que estaría dispuesta a apoyar una opción como esta, fuera del tradicional menú político. Su avance dependerá –como en toda competencia– de la estrategia que aplique y del equipo de técnicos que pueda convocar si finalmente opta por abandonar su zona de confort profesional y se lanza a la piscina. En un país donde los partidos han perdido efectividad para canalizar las expectativas y demandas de la población –y donde, por lo general, termina ganando el menos malo– los referentes populares pasan muchas veces a ocupar esos espacios. Sucedió 25 años atrás con Ricardo Belmont. ¿Estamos absolutamente seguros de que no podría volver a ocurrir?

¿Será lo que Lima necesita o merece? ¿No le quitaría votos a Castañeda favoreciendo así una (im)posible reelección de Villarán? Ese es otro cantar. Lo que aquí decimos es que el popular "Sabelón" sí se estaría animando, para horror de sus detractores, que no son pocos. Y Butters sabe además que, de hacerlo, requerirá de una maquinaria política bastante afinada y con experiencia, por lo que bien podría ir en alianza bajo el paraguas fujimorista, fuerza con un importante arraigo electoral en la capital.

Aún hay mucha tela por cortar, pero vaya que esta campaña podría terminar animándose por donde menos se espera: estoy seguro de que muchos de mis amigos "caviares" que hoy apoyan a Villarán, puestos a elegir entre Butters y Castañeda si aquella no despega, preferirían votar por el primero. Ya veremos.