Mis amigos del colectivo UNIDAD han organizado la Primera Cumbre Iberoamericana de Gobierno, Vida y familia (La familia frente al COVID) del 7 al 11 de septiembre. Durante 5 días más de 30 líderes políticos, académicos, influenciadores y emprendedores de numerosos países iberoamericanos disertarán sobre la importancia del gobierno en la vida y la familia.

Según los organizadores, el primer objetivo “es celebrar a la familia, la institución básica y nuclear para el desarrollo de la persona en sociedad”. El segundo objetivo es “asumir el debate sobre los temas que le son transversales […] muchas personas e instituciones vienen dando una férrea batalla contra las imposiciones de los gobiernos y organismos internacionales que afectan a la familia y la vida humana”.

Por último, el evento aspira a conectar “una red que promueva a través de ideas y de referentes las diversas posiciones que se tienen sobre la familia”. En medio de una pandemia galopante, esta cumbre iberoamericana virtual es una clara manera de relanzar la agenda provida en el continente con la asistencia de expertos que disertarán sobre cómo el covid afecta a las familias iberoamericanas y qué desafíos emergen del creciente control estatal.

En efecto, el gobierno, la vida y la familia están unidos por el hilo conductor del poder. Si el gobierno adquiere más poder, la familia se debilita. Lo hemos visto con ciertas campañas publicitarias o en los excesos de varios gobiernos mundiales que intentan deslizar sus agendas ocultas bajo el rótulo de la salud y la recuperación nacional. La familia es algo demasiado importante como para dejarla a merced de los gobiernos de turno.