Cursos básicos que deberían tener los congresistas: dos de derecho constitucional: penal y tributario; de macroeconomía y microeconomía, además de tener pasaporte y conocimientos de otras realidades, recomendaciones planteadas hace poco por la periodista Rosa María Palacios en su cuenta de Twitter. Razón no le falta a la comunicadora ante tanto impresentable que integra el Congreso, el mismo que, en las últimas décadas, siempre resultó peor al anterior.

Parece que los peruanos estamos condenados a contar con un Legislativo populista, improvisado y sin estar a la altura de las condiciones, situación que se repetiría el 11 de abril del 2021 cuando acudan a las urnas y elijan personajes simpáticos y populares, sin conocimientos mínimos para el cargo. Errar es de humanos, pero repetirlo es de idiotas.

En los últimos días, luego de la tormenta política sobre la vacancia presidencial, el parlamento volvió con propuestas legislativas que escapan a sus funciones, como proyectos que demanden gasto público, cuando esa facultad no la tienen, reflejando desconocimiento y falta de criterio, salvo marcado populismo para conseguir réditos en próximas elecciones.

Revisar las hojas de vida que presenten los próximos candidatos es deber de los ciudadanos para emitir un voto responsable, donde periodistas a través de diferentes plataformas informativas pongan al descubierto a personajes que incumplen requisitos básicos de conocimientos sobre realidad regional, nacional y mundial, además de aquellos que son básicos sobre derecho y enfrentan problemas, sin olvidar quienes tienen procesos por alimentos de sus hijos, pero quieren ser llamados padres de la patria.

Contar con un congreso capaz, responsable, crítico y productivo es aspiración de un pueblo democrático como el peruano y el 2021 el partido lo jugamos todos, año que soñamos pasarlo en otras condiciones y, por las circunstancias conocidas, llegamos golpeados y en crisis.