El 22 de enero de 1981, un helicóptero del Ejército que realizaba una misión de avituallamiento en la zona fronteriza, detecta que tropas ecuatorianas habían fijado en territorio nuestro un puesto de vigilancia. Al tener dudas, el piloto, mayor Rubén Polanco, realizó otra vuelta de reconocimiento y constató la infiltración. En ese momento recibió fuego desde tierra, con lo que se comprobó la ocupación de los Puestos de Vigilancia 3 y 4 (PPVV 3-4).

Ante esto se ordenó la recuperación de la línea de frontera y la expulsión del invasor de PV 22 (Falso Paquisha), PV 3, PV 4, PV “Jiménez Banda, PV 4A y PV 4 Antiguo, todo esto entre el 30 de enero y el 22 de febrero.

Estas operaciones fueron triunfos peruanos, que incluyeron la realización de la primera operación helitransportada de América del Sur.

Para 1995, Ecuador se preparó nuevamente para atacarnos, y para ello eligió el Alto Cenepa por ser una zona desmarcada y cercana a sus ejes de abastecimientos. Con el enemigo posesionado en la zona de frontera, recibimos la orden de “expulsar al invasor, restablecer la línea de frontera y mantener la posición”.

Estas operaciones se realizaron en forma sucesivas a partir del 11 de enero de 1995 por el Batallón de Selva N° 25, hasta el 22 de febrero con el ataque a Falso Tiwinza por la Compañía Especial de Comandos N° 115, que golpeó a las 10.30 am. Con esta acción se tomó el puesto de comando y posiciones de morteros y comunicaciones. Además, causó al enemigo 40 bajas aproximadamente y se capturó abundante material. Esta operación fue denominada en Ecuador como el “Miércoles Negro” por la contundencia y precisión de la misma.

La experiencia de los nativos de la selva, la de los batallones que combatían a Sendero, el desempeño de los oficiales en el planeamiento y conducción, la intervención de las diversas unidades, de las escuelas de Comandos y de Paracaidistas y el trabajo los yachis (mensajeros y porteadores), son situaciones que nadie me conto porque presencie esos hechos que permitieron derrotar al invasor.

Las campañas de 1981 y 1995 son gestas heroicas que nos cubren de gloria, pero que los gobiernos ignoran. Suelen estar ocupados en sus problemas de corrupción y se olvidan de los héroes que ofrecieron su vida por la patria y de los que comparten el día a día con nosotros. Honor y gloria a los combatientes de Falso Paquisha y Alto Cenepa