Juan Evo Morales Ayma, se inició en política, a través de la militancia sindical cocalera en Cochabamba. Su activismo político sindical lo llevo a ser elegido en 1997 diputado por el MAS. En 2002 postula a la presidencia de la Republica y pierde frente a Gonzalo Sánchez de Lozada. En ese momento se dedica a hacer ingobernable el país, dirigiendo paros y bloqueos radicales, en todo el país, que desembocaron en la renuncia del presidente en octubre de 2003. Tras el gobierno interino de Carlos Meza, Evo Morales gana las elecciones democráticamente en el 2005, para un periodo único de cinco años.

Siguiendo el manual de socialismo del siglo XXI, convoca una Asamblea Constituyente, refunda el país en Estado Plurinacional e incorpora la reelección presidencial. El 2009 es reelegido y en el 2014 es elegido presidente por tercera vez consecutiva.

En 2019, habiendo agotado ya la posibilidad de seguir en el poder, pero no estando dispuesto a renunciar a él, convoca a un Referéndum para consultar a la población si aprobaban una cuarta postulación a la presidencia. Evo Morales perdió la consulta ciudadana.

Desoyendo la voluntad popular y en claro incumplimiento del referéndum vinculante, Morales instrumentaliza el Tribunal Constitucional, prevaricador y genuflexo ante el poder, para que, valiéndose de estrambóticas contorsiones jurídicas, habilite su cuarta postulación.

En 2019 se reelige con fraude, el mismo que fue denunciado por la OEA. El repudio popular, protestas ciudadanas y presión social lo obligaron a renunciar, optando después por huir rastreramente a asilarse en México.

Este personaje, carente de las más esenciales convicciones democráticas, desposeído de las más elementales credenciales éticas, siembra, en base a mentiras y en contubernio con sus esbirros en el Perú y, el odio y división entre los peruanos.

Su objetivo es claro, hacer ingobernable el sur del Perú, lograr si es posible su escisión, para obtener a través de la mentira e intriga, lo que Bolivia perdió por las armas en la Guerra del Pacifico: una salida soberana al mar. Ese es el juego macabro de Evo Morales, al que traidores y malos peruanos se prestan, en profundo desprecio a nuestros héroes y patriotas que dieron su vida por defender nuestra integridad territorial.

El Perú es un país multicultural, unitario e indivisible. Si un agente foráneo ingresa para conspirar contra nuestra integridad territorial y soberanía nacional, debe ser denunciado, detenido y juzgado de acuerdo a ley.

TAGS RELACIONADOS