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Desde hace seis años los periodistas especializados en espectáculos llevan sobre los hombros una dura e inmerecida carga que se hace más pesada cada vez que se menciona al español Miguel Bosé o se anuncia su llegada. ¿La razón? Pues que se recuerda con sarcasmo, burla y sorna ciertas preguntas en la conferencia de prensa que dio en el 2013 el cantante, entre las que se incluyeron interrogantes sobre “si probó el cebiche”, “qué canción es su favorita” y hasta hubo alguien que mencionó un tema de Alejandro Sanz atribuyéndole su autoría a Bosé, lo que generó el desconcierto del divo. El cantautor que todos conocen no aguanta pulgas, se amargó, evidenció su molestia y dio por terminada la reunión. Y aquí hay que contar lo que realmente pasó, y de primera mano. La citada reunión de prensa transcurría con normalidad, las preguntas de los comunicadores especializados eran respondidas por Bosé con interés y cordialidad durante los primeros 20 minutos de la convocatoria. ¿Qué sucedió entonces? Pues que reporteros que usualmente no cubren noticias del rubro artístico, llegados a la conferencia sin tener la más mínima idea de a quién tendrían al frente, causaron los disparates que hicieron perder la poca paciencia que tiene Bosé y con eso arrastraron a los profesionales del espectáculo, que desde ese momento tuvieron que ser asociados al desatino. Cobertura = preparación. Espectáculos, deportes, policiales, política. Si un periodista joven o veterano va en busca de la noticia, pues a leer un poco, a enterarse del personaje a entrevistar, a darle una mirada a la coyuntura del hecho, a también conservar la mesura. Nos alejamos del ejemplo Bosé para situarnos en la cobertura del suicidio y exequias del expresidente Alan García y escuchamos a una reportera de televisión preguntar a voz en cuello a un dirigente aprista: “¿Quiénes considera que son culpables del suicido de Alan García?”. Echando más leña al fuego, sin criterio alguno, solo buscaba la polémica. Sentido común le faltó a otra “entrevistando” a los cargadores del ataúd de García para que le cuenten “qué sintieron” al llevar sobre sus hombros al político, y poca información evidenció quien en plena emisión en vivo confundió a la expresidenta del Consejo de Ministros Beatriz Merino con Rosa Merino, la que cantó por primera vez el Himno Nacional del Perú. Ejemplos hay muchos, solo estos bastan. Mea culpa, propósito de enmienda, colegas.