De Tía María a “Conga 2”
De Tía María a “Conga 2”

No se confundan: lo que el Perú vivió en estas últimas 72 horas no ha sido un compás de espera para saber si Tía María era viable, sino qué tan capaces son nuestras autoridades para hacer cumplir la ley e imponer el Estado de Derecho. Finalmente se confirmó que ello -esencial en todo país que aspira al desarrollo- es una quimera más para el Estado peruano y sus gobernantes.

Lo peor es que con esto se cancela -al menos por buen tiempo- toda posibilidad de impulsar nuevos proyectos mineros, esenciales para el tesoro y el financiamiento de los programas sociales. Cualquier inversionista extranjero tendría que estar orate si creyera que con turbas violentas tomando plazas, agrediendo a ciudadanos inocentes, asesinando policías y paralizando la actividad económica de toda una provincia y región, todavía es un buen negocio apostar por el Perú.

Sin embargo, tras lo dicho por el Presidente y la Southern -que anunció “una pausa de 60 días para despejar las dudas” al proyecto-, lo cierto es que aquí no solo se postergó Tía María sino que nació un “Conga 2” para Ollanta Humala, dado que se cumplieron una cadena de acontecimientos -calco y copia de lo ocurrido en Cajamarca a fines de 2011- y ni el jefe de Estado ni sus asesores políticos fueron capaces de anticipar los riesgos y plantear una estrategia que los neutralizara.

Ciertamente este pésimo manejo de la crispación política con asidero medioambiental no es nuevo. El “Baguazo” (2009) en el gobierno de Alan García y otras asonadas violentas como el “Arequipazo” (2002) durante la presidencia de Alejandro Toledo evidencian un grave problema estructural del que Humala y compañía no son únicos responsables, pero sí continuadores. Costará mucho superar esta crisis, que amenaza la competitividad económica, y sobre todo el financiamiento de muchos programas sociales clave. ¿Y ahora, Nadine?

TAGS RELACIONADOS