De Zavala, Salgado y, claro, Chehade

-Los primeros pasos de Fernando Zavala, como el premier del nuevo gobierno, parecen ir en la dirección correcta. Acercarse a las bancadas, conseguir acuerdos y sellar agendas. Muy joven conoció al monstruo por dentro, así que su experiencia puede hacer que los grandes proyectos vean la luz sin demora. Deberá ser muy concreto en las facultades que pedirá en los dos grandes temas que urge atacar: economía y seguridad. Sobre el primero, lo concreto será destrabar inversiones; y en cuanto a la seguridad, el trabajo inmediato descansa sobre lo que podría ser un “triángulo” de tres instituciones: Interior, Defensa e Inteligencia; que deben ser, en sí mismas, sólidas y muy coordinadas. En tales carteras, deben convocarse a hombres realmente dispuestos a desvelarse con tal de acabar con la delincuencia, empoderada en el gobierno de Humala, a niveles alarmantes y nunca antes vistos.

- Creo que la elección de Luz Salgado, como presidenta del Congreso, es un alivio para PPK. Con sumo conocimiento parlamentario, con errores y aciertos en lo político, la señora Salgado pasó a la historia por entregar la banda presidencial a Valentín Paniagua, tras la caída de su líder Fujimori. En términos prácticos, “la conoce”. Sin temor a equivocarme, creo que será la bisagra que el gobierno entrante necesita para torear este quinquenio, sobre el que tantas tormentas se han profetizado.

- Leí varios adelantos del libro de Omar Chehade y son para releerlos con prolijidad. Deberían leerlo los fiscales. Allí se advierten más delitos sobre Nadine y el pobre señor que se encontró, de carambola, con Palacio.