En Piura, hasta 2021, el sector Salud evidenció múltiples carencias, las que podríamos agruparlas en aspectos de recursos humanos por un lado, y de infraestructura por el otro. Sobre el primero, contó con 9.2 médicos y 11.7 enfermeros por cada 10,000 habitantes, ubicando al departamento como el peor. Asimismo, contó con 26.5 trabajadores del sector por cada 10,000 habitantes, también en la cola del ranking departamental. Y tuvo 412 médicos especialistas y 61 médicos en zonas alejadas, que resultan insuficientes, ya que, según el Colegio Médico de Piura, se requieren entre 700 y 1,000 médicos en el departamento. En lo que respecta al segundo, se estima que la infraestructura promedio del sector cuenta con un retraso de 20 años. De 448 establecimientos de salud de primer nivel, 436 no cumplen las normas técnicas y estándares de calidad del sector, entre equipamientos e insumos. Y, de los 10 hospitales de segundo y tercer nivel, ninguno cuenta con condiciones adecuadas de funcionamiento. Así, la escasez de recursos humanos e infraestructura inadecuada, se traducen en una atención de baja calidad, que obliga a los piuranos a desplazarse a hospitales fuera del departamento. En 2022, el gobierno regional y las municipalidades de Piura han contado con presupuestos de inversión pública para salud de S/ 154 millones y S/ 83 millones, respectivamente, de los cuales, al 12 de diciembre último, ejecutaron un 30% y 51%, según cifras del Ministerio de Economía y Finanzas (MEF). Es decir, a pesar de las evidentes deficiencias en Salud, la gestión de los recursos del departamento deja mucho que desear. De las nuevas autoridades depende que los recursos se traduzcan en servicios de salud de calidad para los piuranos.
