Susana tiene 41 años y dos carreras. Es ingeniera agrónoma e ingeniera industrial. Su trayectoria profesional empezó en 2004, en el sector agroindustrial, un sector que al igual que el pesquero, históricamente estuvo reservado exclusivamente para los hombres. Por ello es muy común escuchar frases como “hombre del campo” cuando nos referimos a un agricultor o “los hombres de mar” cuando nos referimos a los pescadores. Simplemente, hasta hace algunos años, la mujer no tenía cabida en estas actividades.

Sin embargo, el tiempo ha transcurrido, y con él el rol de la mujer cambió. Si bien más niñas están escolarizadas, más mujeres ocupan cargos públicos y posiciones de liderazgo a nivel empresarial, lo conseguido hasta la fecha en igualdad de género, no ha sido suficiente y así lo demuestran las cifras. Aún en el Perú, solo un 30% de mujeres participan en directorios, solo el 20% ocupa una gerencia general y en la función pública no contamos con ninguna gobernadora regional y el gabinete dista mucho de ser un gabinete paritario con sólo 3 ministras mujeres.

Por su parte, el sector pesquero, pese a los esfuerzos realizados, aún está lejos de encontrar la igualdad de género; toda vez que solo 1 de cada 3 gerencias es ocupada por una mujer. Susana, para lograr ocupar un cargo de liderazgo, tuvo que tomar decisiones radicales y asumir enormes desafíos para ganarse la confianza de sus compañeros de trabajo y de sus jefes. Así, y gracias a que tuvo el apoyo de mujeres y hombres que derribaron los estereotipos y valoraron su liderazgo, hoy ocupa uno de los puestos de mayor responsabilidad en el sector pesquero.

Por ello, para que existan más Susanas en nuestro sector, no basta con implementar indicadores equitativos, sino que es mucho más importante motivar a las mujeres a desarrollar todas sus habilidades, fortalecer sus capacidades de liderazgo, participar activamente en espacios de desarrollo profesional e inspirar a otras mujeres a continuar trabajando sin prejuicios ni paradigmas del pasado. A eso nos comprometemos.