En 1974, el general Mercado Jarrín señalaba que “en tiempos recientes la cuestión de la seguridad nacional ha asumido dimensiones más amplias hasta incluir el juego de todos los factores políticos, económicos y sociales, abarcando tanto el campo interno como el externo”. Quince años más tarde se empezó a celebrar, cada 27 de agosto, el “Día de la Defensa Nacional” después que –en 1979– fuera creado el Sistema de Defensa Nacional incluyendo –como hoy– a los ministerios y organismos públicos, entendiéndose que la seguridad nacional supera al dominio militar.

Aunque el Estado garantiza la seguridad nacional mediante dicho sistema, la sociedad está obligada a generar las condiciones para alcanzar mayores niveles de bienestar. En este esfuerzo, se necesita que las leyes sean promulgadas atendiendo a los intereses nacionales; que las políticas públicas sean implementadas por servidores de intachable conducta moral y capacidades coherentes con el cargo que desempeñan; y por último –el eslabón perdido– que la justicia sea oportuna para rehabilitar adecuadamente a los ciudadanos que infringieron la ley reinsertándolos en la sociedad, y modificando la triste realidad de contar con centros penitenciarios donde las mafias son socapadas por los responsables directos de su administración.

A pesar de la amplitud de la seguridad nacional, “la responsabilidad de la defensa nacional recae fundamentalmente en las Fuerzas Armadas”; por eso, siempre veremos a sus integrantes participando en la solución de diversos problemas del país.

Por tanto, resulta inadmisible no alzar la voz cuando la ingratitud se desnuda con: sentencias a soldados sobre hechos ya juzgados; extensos procesos judiciales sustentados por dichos y no evidencias; o que el MEF pretenda que la deficiente Oficina Nacional Previsional administre el Fondo de Garantía Pensionario Militar y Policial, colocando en riesgo las pensiones bien ganadas. Estas acciones no fomentan la profesión militar y policial tan necesarias para garantizar la seguridad nacional. ¡La sociedad no debe permitirlo!