Hoy es el día en que el conjunto de la sociedad peruana decidirá cómo quiere que sean los próximos cinco años de su futuro, a través de un voto libre y democráticamente expresado.
Jornada para respetar al milímetro las preferencias y opciones de todos y hacer ejercicio de responsabilidad. Esperamos que quienes resulten elegidos consagren sus horas, días y años a alcanzar una sana corrección de nuestras dolencias, ignorancias y resignaciones.
La lista de las más urgentes necesidades es extensa, pero intentemos un resumen de las prioridades:
* Una educación pública que repare sus falencias, faculte mejor a sus profesores y dé verdadera base de oportunidad a sus pupilos; y una educación privada que, por sus actuales costos, no resulte excluyendo a muchos de una razonable calidad.
* Una atención universal de la salud, como en cualquier país civilizado, y que no abandone y condene sin remedio a los peruanos más vulnerables.
* Servicios públicos de agua, luz y saneamiento que realmente merezcan el título de “básicos”, es decir, a disposición de todos.
* Una seguridad ciudadana en manos de una Policía reorganizada, moralizada y entrenada para proteger la vida, la tranquilidad y la propiedad de los habitantes.
Nos iremos todos al “rincón de pensar”, a una reflexión serena y objetiva sobre el Perú, sus mayorías y quiénes encarnan las mejores capacidades para transformarlo progresivamente en un país donde se puedan cumplir las esperanzas y aspiraciones de todos.
¡Feliz Día de Elecciones!