La palabra “diálogo”, del latín dialogus, describe una conversación entre dos o más individuos que exponen sus ideas, de modo alternativo, intercambiando posturas, siendo también una discusión o contacto que surge con el propósito de lograr un acuerdo.

La premier Jara ha citado a un diálogo de agrupaciones políticas y fuerzas vivas con presencia del Presidente. Ello en respuesta a la oposición, que reclamaba al Gobierno hasta una remoción de ministros. Así, un gobierno cerrado por propia decisión, hará un esfuerzo por retomar la agenda de Jiménez Mayor, que pasa por revisar la reforma electoral, el crecimiento económico, la seguridad, el desarrollo social, entre otros temas.

Si bien no asistirán las dos principales fuerzas de oposición, y ello debilita cualquier acuerdo, pues únicamente el 40% de la oposición estará representada, el Gobierno debe hacer un esfuerzo, dada la complejidad de la agenda política vigente.

Así las cosas, es fundamental que los ciudadanos nos sintamos representados en estas conversaciones, pues de otra manera las aguas políticas podrán calmarse, pero la calle no tendrá una respuesta a sus inquietudes. El Gobierno debe trabajar en mejorar la economía para que haya trabajo y crecimiento, incrementar las acciones de seguridad ciudadana que preocupan y trabajar en salud y educación.

Ojalá este diálogo sirva aunque sea para terminar con esta coyuntura política donde las acusaciones ocupan a un gobierno que parecería haber dejado de lado a más de 30 millones de ciudadanos.