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Difundido el contenido de las conversaciones de los hermanos Jorge y Frank Chávez Sotelo con representantes de la comunidad de Fuerabamba, queda claro que el bloqueo de una carretera en el fundo Yavi Yavi, para impedir que circulen los camiones que sacan cobre de la operación de la minera MMG en Las Bambas -a lo que se suma el cierre del acceso y salida del complejo extractivo-, se trata de un acto delictivo que pasa por poner como carne de cañón a la gente de la zona.
Es de esperarse que el Ministerio Público y el Poder Judicial se encarguen de dejar bajo la sombra por buen tiempo a los Chávez Sotelo, acusados de extorsión. A estas alturas, es evidente que se trata de un par de hampones y apretadores que no han dudado en poner por delante a niños y ancianos en los bloqueos para presionar, sacarle dinero a la mina y llevarse varios millones a sus bolsillos, todo en nombre de la “defensa” de la comunidad de Fuerabamba. Farsantes.
Sin embargo, más allá del asunto judicial y policial que implica a estos sujetos detenidos desde la semana pasada, es urgente trabajar para solucionar este problema que no tiene nada de ambiental, pues nadie está reclamando por contaminación. Se trata de un asunto netamente económico generado por dos azuzadores que se han valido de campesinos a los que además, mucho tiempo atrás se les ha compensado y de manera muy generosa.
Una carretera no puede estar bloqueada por más de 50 días. Es una afrenta al principio de autoridad, a la estabilidad económica y hasta a la buena imagen de un país que busca atraer inversiones. Nadie está pidiendo que se meta palo y gas lacrimógeno a los que tienen tomada la vía, por lo que el Gobierno debe priorizar el diálogo pese a la intransigencia de quienes exigen la liberación de su dirigente para negociar y ayer por la tarde apedrearon el helicóptero del Ejército que llevaba a Yavi Yavi a una delegación de ministros.
La tarea es muy complicada, dada la negativa de la gente de la zona a aceptar el diálogo ofrecido ayer por el propio premier Salvador del Solar. La agresión a la aeronave ha podido ocasionar un grave accidente. Sin embargo, es de esperarse que en breve tengamos una solución pacífica a esta contingencia que debió ser afrontada de inmediato y sin las dilaciones ya conocidas.