El nuevo enfrentamiento televisivo entre las dos figuras más importantes de la pantalla chica local marcó la pauta noticiosa durante la semana que pasó. Ni la reciente elección del alcaldes y gobernadores en el país, ni la 52 sesión de la Asamblea General de la OEA desarrollada en Lima, pudieron vencer a la abrumadora repercusión mediática de este duelo de divas; aunque claro, como siempre sucede, la gente siempre va a negar que consume, lee, o ve determinados tipo de contenidos para no quedar mal ante su entorno, pero vaya que sí lo hace. Todo empezó cuando Gisela Valcárcel en su primer programa de “El Gran Show”, formato al que tuvo que regresar por el fracaso de “La Gran Estrella”, en una suerte de mensaje a la nación y para defender a Melissa Paredes de las fuertes consecuencias de una decisión personal, arremetió contra Magaly Medina culpándola prácticamente de todos los males del mundo. Esa fue la chispa que prendió la hoguera y el lunes último y toda la semana, la periodista se dedicó a responderle a la rubia en todas las formas, y también apeló a recordar su historia. El resultado de dedicarle casi toda un semana de programa fueron altos índices de audiencia, lo que imaginamos por consecuencia también los tendrá el reality de Valcárcel, que estos últimos días, si ron bien no contestó los ataques, aprovechó la coyuntura para promocionar a los participantes de su reality. Al margen de los bandos que se han generado producto de esta bronca, que en redes se sacan los ojos defendiendo a su diva favorita, los televidentes deberían recordar que tienen al frente a dos monstruos televisivos, que les guste o no, han sabido mantener su vigencia y apelan a todos los recursos para que esto se mantenga, especialmente en épocas dificiles en la señal abierta. Mientras el público se enfrenta por ellas, las trata de descalificar a nivel personal, ambas, luego de apagar las luces del set de tv, miran los números y están pensando que hacer el día de mañana para seguir en la industria. Gisela y Magaly saben su negocio, conocen al detalle su oficio que les ha dado fama y fortuna y saben que ambas se retroalimentan, les guste o no. En el mundo de la televisión nada es lo que parece, todo es ilusión, no hay que angustiarse por sus estrellas, dejemos el drama para el día día, que ya tenemos bastante.