Poco les interesa el respeto a la ciudadanía

Acabó una semana bastante movida. El pleno del Tribunal Constitucional renunció a ser parte del Consejo para la Reforma de Justicia con el argumento de que busca mantener la independencia de sus funciones. La situación del exalcalde de Lima Luis Castañeda empeora luego de aparecer una serie de indicios que lo incriminan en la recepción de dinero para direccionar obras en favor de empresas.

Asimismo, los vientos se caldean con las protestas que se anuncian a partir del lunes en el Valle de Tambo (Arequipa) en rechazo al proyecto Tía María, donde sectores de izquierda y un intransigente gobernador condicionan el diálogo con el Gobierno, arrinconándolo en claro desafío, e incluso llegando a calificar de traidor al presidente Martín Vizcarra por entregar la licencia de construcción a la minera Southern. Un conflicto que amenaza con tener más movido al sur en los siguientes días.

Sin embargo, lo que genera repulsión entre la ciudadanía es el nefasto comportamiento de ciertos congresistas, quienes parecen turnarse para protagonizar hechos bochornosos y que son una vergüenza nacional, generando rechazo y desaprobación que se reflejan en diferentes sondeos de opinión. Poco respeto tienen por quienes los eligieron.

Los circos que arman de manera constante, como el de esta semana entre Marco Arana del Frente Amplio y Karina Beteta de Fuerza Popular, son una muestra más del deterioro de la clase política. Convirtieron el hemiciclo en un mercadillo, donde primaron insultos y ofensas, dejando de lado el debate alturado para generar leyes que el país requiere. Pésimo y censurable comportamiento.