Las primarias son las elecciones preliminares en los partidos Republicano y Demócrata en los EE.UU., donde los precandidatos de cada agrupación compiten en internas para lograr el mayor número delegados mirando la Convención Nacional de medio año en que deberá ungirse a los candidatos a la presidencia. Las primarias, entonces, como ejercicio democrático partidario abierto, pues participa la sociedad en su conjunto y de manera activa -los caucus o votaciones por asambleas ciudadanas libres y espontáneas cobran mucha vida en esta etapa eleccionaria-, vienen generando enorme expectativa entre la gente. Hasta ahora se han producido votaciones primarias en algunos Estados; sin embargo, lo de mañana será diferente. Se trata del denominado “supermartes”, en que a diferencia de las primarias anteriores, esta vez habrá elección simultánea en más de diez estados. El tamaño del interés es tan relevante como su resultado porque será la primera ocasión en que se elija a una cantidad de delegados numéricamente significativo. Junto al esfuerzo por cosechar el mayor número de delegados el supermartes allanará el camino para confirmar y descartar contendores. En ambos partidos iniciaron el proceso con más de 5 precandidatos por cada agrupación. Es probable que luego de mañana comiencen a avizorarse con mayor claridad las opciones reales en cada tienda política. Más allá de los sobresaltos entre los competidores en las primarias iniciales, pareciera que Donald Trump (entre los Republicanos) y Hillary Clinton (entre los Demócratas) se estarían alanzando como virtuales triunfadores camino de la referida Convención. Pero nada está dicho y puede haber revés. Mejor esperemos a mañana.