Las redes sociales siguen dominadas por la masacre en un colegio en Uvalde, Texas, en que fueron cegadas las vidas de 19 niños de una escuela y de sus dos maestras. Los testimonios de los padres con sus llantos desgarradores no tienen cuándo acabar y solo un impertinente podría preguntárselo. En medio de los corazones destrozados de los papás que no encuentran una explicación sobre la partida de los hijos que no volverán a ver, lo único cierto es que la Segunda Enmienda de la Constitución de los EE.UU. de 1787, de la que ya nos ocupamos precisamente al día siguiente del tiroteo, sigue penosamente vigente, permitiendo que el derecho ciudadano a poseer armas siga intacto como prerrogativa por la denominada Bill of Rights o sencillamente Carta de Derechos estadounidense. No se puede seguir sosteniendo de que cómo no ha podido ser derogada por ninguna fuerza jurídico-política en el país, entonces, no queda más remedio que seguirla permitiendo. Es extrañísimo que, en EE.UU., la nación más poderosa del mundo, sigan conservando una norma constitucional completamente desfasada, obsoleta y anacrónica que no responde a la realidad nacional contemporánea en el país de las oportunidades en el que se vuelve insostenible y primitivo continuar permitiendo el libre acceso a la tenencia de armas, adquiriéndolas con tanta facilidad como si fuéramos a comprar caramelos. La sensatez del siglo XXI exige abandonar y para siempre una regla que pudo ser útil y necesaria para una etapa pero que hoy acrecienta el peligro social. En la actualidad es insostenible vivir como en la época de los vaqueros o del cowboy americano, precisamente en Texas, donde tuvo un enorme desarrollo durante el siglo XIX. Los casos de muerte por eliminación selectiva han llegado a construir patrones de dicha criminalidad como para que nadie se sorprenda: víctimas: menores de edad; lugar: escuelas públicas; victimarios: adolescentes y/o jóvenes con desequilibrios psicológicos. Esta nefasta realidad casi en postura recalcitrante desgraciadamente seguirá repitiéndose hasta el día en que sea derogada la Segunda Enmienda. El tema se ha convertido en favorito de los tiempos de elecciones en EE.UU., politizándose, sino miremos la celebración anual de la Convención de la Asociación Nacional del Rifle, en Texas, que ayer comenzó.