Arturo Fernández (Foto: Archivo Correo)
Arturo Fernández (Foto: Archivo Correo)

Arturo Fernández, el alcalde de Moche que acaba de ser vacado, es hermano de Valentín Fernández, el prófugo exalcalde de Nuevo Chimbote. No podemos culparlo por las presuntas tropelías de su hermano, investigado por lavado de activos, pero sí por su consecuencia: para su gestión municipal mochera jaló a la gente de confianza que tuvo su hermano en Nuevo Chimbote, y él mismo fue incluido en esas pesquisas por algunas transferencias de dinero sospechosas.

Luego, vino el folclore. Arturo Fernández ha saltado a la palestra por su curiosa forma de hacerse notar en los medios no solo de Trujillo, sino de todo el país. Él mismo maneja las redes sociales de la municipalidad de Moche, y lo hace de un modo personalista. Sus publicaciones lindan con la misoginia, lo hacen quedar como un patán machista o un hombre traumatizado por el empoderamiento femenino o como un simple y ridículo varón dolido.

Suya fue la idea de lemas vergonzosos como este: “Si tu mujer te saca la vuelta, no la mates, acude a nosotros”. Suya fue la iniciativa de denunciar ante el Ministerio de la Mujer a la señora Melissa Klug por dar el mal ejemplo de pedirle tanta plata a su exmarido, el futbolista Jefferson Farfán. También fue suya, por supuesto, la idea de invitar a Moche a la guapa y atlética expolicía Jossmery Toledo.

Fernández parece ser estrafalario incluso en su faceta de gobernante. El pedido de vacancia que se armó contra él devino de la entrega de obras y servicios municipales que otorgó, aparentemente, sin contar con expedientes ni órdenes formales. El lunes fue vacado como alcalde por el concejo, pero la acusación está aún en el ámbito político, hace falta contrastarla con documentación y hace falta también la actuación de Contraloría y Fiscalía.

Será, seguramente, otra oportunidad para que el alcalde siga haciendo show. Que es lo que le gusta sobre todas las cosas.

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