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Sería bueno saber si el fujimorismo, ese que pretende lavarse la cara tras su oscuro pasado, insistirá en blindar a su congresista Yesenia Ponce, cuya presencia en el Poder Legislativo resulta ya nociva, pues cada semana aparecen más indicios de la manera tan burda en que mintió al país para tratar de dejar sin piso las denuncias de incongruencias en su hoja de vida antes de postular a su cargo.

Días atrás, esta legisladora fue escandalosamente salvada en la Comisión de Ética, cuyo presidente renunció después, pese a las evidencias que daban cuenta de que la legisladora no tenía ni secundaria completa, aunque en su hoja de vida consignó lo contrario. El vocero fujimorista Daniel Salaverry, sin sangre en la cara, salió a defender dicho blindaje.

El domingo último, en el programa Cuarto Poder, han aparecido nuevas evidencias que contradicen las versiones de la legisladora. Incluso los ciudadanos que ella afirma han sido sus profesores jamás han trabajado como tales. ¿Así la van a seguir escudando? La protección a esta congresista ya parece una tomadura de pelo a todos los peruanos.

El Congreso, en las últimas décadas, se ha ganado el rechazo de la gran mayoría de peruanos debido a los escándalos protagonizados por sus integrantes. El caso de la legisladora Ponce tiene que ser nuevamente visto en las instancias respectivas, a fin de investigarla a fondo de manera seria y aplicar las sanciones de ser necesario. No se puede seguir dañando a un poder público por la presencia de personajes oscuros. El fujimorismo, que maneja el Legislativo, tiene la última palabra.