Más que de costumbre, donde por las distintas votaciones se necesitan alianzas, este Gobierno, que no sabe hacer política, una vez más anda de pleito con el mundo. Este pleito, que parecería iniciado por la terquedad de no sancionar al congresista Yovera, está llegando muy lejos.

Por un lado, la presidenta del Congreso es acusada de manipular a este poder del Estado y, por el otro, se trata de “proteger” a un congresista que merece se le trate como al resto y se le castigue como se hace siempre, aplicando la ley.

La oposición, que hace tiempo está molesta con el Ejecutivo por distintos temas -uno de ellos es que busque legislar sin pasar por el Congreso-, se da el gusto de hacerle el desplante de dejar al Premier sin quórum.

Todo esto porque tanto el Ejecutivo como el Legislativo sienten que el resto de los peruanos no importamos y no sufrimos de inseguridad, alza de precios, reducción del empleo y temas que bien podrían ser tratados por el Congreso y el Ejecutivo para responderle a la población peruana, que, quizá equivocadamente, los eligió.

Así las cosas, el Premier, usando el doble sentido, deja entrever que sacarán decretos de urgencia para legislar si no les dan facultades. Ello es obviamente ilegal, pues tan no son de “urgencia” los decretos, que se estaba pidiendo legislación delegada para emitirlos y llevamos ya varios meses en esto. Si el Ejecutivo insiste, seguramente el Congreso, en su obligada revisión, los dejará sin efecto, y así seguiremos presenciando el pleito político que deriva de la falta de experiencia política de nuestros gobernantes para hacer alianzas y buscar consensos.

Lo que sí les recuerdo es que los 30 millones de peruanos somos su razón de ser y no nos están siquiera mirando.