El día después de mañana

La política en el Perú es absolutamente impredecible; sin embargo, trataremos de entender el panorama de los siguientes meses. Si bien es muy probable que el juez Concepción Carhuancho dicte prisión preventiva para Keiko Fujimori y los otros 11 procesados, también es factible que todos salgan libres en los próximos meses, como sucedió con los Humala. De una u otra forma, la crisis de Fuerza Popular continuará y, más allá de las renuncias que se produzcan, es poco probable que la cúpula del partido logre controlar a sus parlamentarios como lo ha venido haciendo hasta ahora.

Esto mella de manera importante la capacidad de FP de complicar al Ejecutivo y abre la puerta a que el Congreso apruebe leyes que respondan más a intereses particulares que a los intereses del país. Si además en el referéndum de diciembre se aprueba la no reelección de los congresistas, esta hipótesis toma más relevancia, pues no habrá ninguna motivación para que estos hagan un buen trabajo.

De otro lado, el presidente Vizcarra debe buena parte de su popularidad al continuo enfrentamiento con el Congreso. Su gestión dista de ser buena, como se puede ver en los indicadores económicos, y es posible que se complique más por las turbulencias de la economía mundial. Después de votado el referéndum, y con un Congreso poco combativo, el presidente Vizcarra difícilmente podrá mantener su alta aprobación en base al enfrentamiento. Esta deberá sustentarse en los resultados de su gestión respecto de los temas que más preocupan a la población: corrupción, seguridad ciudadana, economía y reconstrucción, y en los que ciertamente se ha avanzado muy poco.

Para terminar, ya comienzan a aparecer potenciales líderes, desde Antauro Humala hasta Alfredo Barnechea, quienes aún cuentan con niveles muy bajos de aprobación, pero buscan perfilarse para el 2021.

Como conclusión, parece que nos enfrentamos a un panorama menos conflictivo pero poco alentador.