Tal como estaba previsto, luego de las inundaciones en las principales ciudades de la costa norte como producto de lluvias y desbordes de ríos, ahora el problema son los casos de dengue que castigan sobre todo a las regiones Lambayeque y La Libertad, donde los contagios se incrementan y ya se reportan pérdidas de vidas, todo esto en medio de una realidad hospitalaria deplorable, tal como lo demostró la pandemia de COVID-19, y un gobierno y un Congreso centrados en otros asuntos.

Hace pocas horas falleció un adolescente en Lambayeque. Vivía en el populoso distrito de José Leonardo Ortiz. Antes había perdido la vida una madre de tres hijos que no pudo ser atendida en los hospitales Regional y Las Mercedes por falta de camas, pues todo está colapsado. En La Libertad la situación también es compleja. Las provincias de Trujillo y Pacasmayo son las más castigadas. Las personas contagiadas son mil 457 con tendencia a incrementarse.

En lo que va del año el Ministerio de Salud viene reportando alrededor de 42 mil casos, mientras que en el mismo periodo del 2022 la cifra fue de 22 mil 800. Este incremento se veía venir teniendo en cuenta que en el mes de marzo hemos tenido lluvias e inundaciones principalmente en Tumbes, Piura, Lambayeque y La Libertad. No había que ser muy experto para prever lo que se venía, tal como sucedió en 2017 con el Niño Costero. Sin embargo, el problema ha agarrado al país sin mucha capacidad de reacción.

Pero el problema no está centrado solo en el norte golpeado por las inundaciones que en algunos puntos se mantienen. En Correo hemos dado cuenta que la situación es crítica también en Ica, donde ya se han reportado nueve fallecidos por dengue, principalmente el de tipo hemorrágico. La mayoría de contagios se vienen dando en las provincias de Ica y Chincha, pese a los esfuerzos que hacen las autoridades locales por fumigar los sectores críticos. Más no pueden hacer.

Mucho se habla que las duras lecciones que dejó el Niño Costero en cuanto a daños de la infraestructura, no sirvieron de mucho, pues seis años después las lluvias y desbordes volvieron a barrer con todo. Lamentablemente lo mismo viene sucediendo en el aspecto sanitario. El dengue se veía venir, pero poco o nada se hizo para estar en condiciones de atender a quienes hoy padecen de este mal que afecta principalmente a quienes ya son damnificados. Para ellos es una tragedia sobre otra, pero ¿quién les da una mano?

La situación es crítica también en Ica, donde ya se han reportado nueve fallecidos por dengue