El titular del Instituto Nacional Penitenciario (Inpe), Javie Llaque, ha señalado ayer en entrevista con este medio que el estado de emergencia dispuesto en dos distritos de Lima y parte de la provincia de Sullana van a contribuir a incrementar el hacinamiento en las de por sí ya saturadas cárceles del país, por lo que sería buen saber si el Poder Ejecutivo ha tomado en cuenta esta evidente consecuencia, que no es poca cosa.
Es Correo estamos convencidos que nada de esto se ha previsto, simplemente porque las declaratorias de emergencia anunciadas desde Nueva York por la presidenta Dina Boluarte no son parte de ningún plan integral de lucha contra la delincuencia. Son apenas una medida aislada adoptada para dar la impresión de que se está haciendo algo y calmar a los críticos y a la gente de a pie que exige soluciones.
Exigimos a la Policía Nacional que agarre a los delincuentes y al sistema de justicia que los encierre, si es posible para siempre. Pero ¿dónde los vamos a meter si los penales no dan para más? Como bien ha dicho Llaque, las medidas van a implicar mayor hacinamiento, lo que sin duda se traduce en mayor caos y descontrol en los penales.
Ayer domingo, El Comercio ha señalado que uno de los cabecillas del Tren de Aragua sigue delinquiendo desde el penal de Challapalca, supuestamente uno de los más seguros. Así, no vamos a ningún lado en la lucha contra la delincuencia. ¿Y el plan Boluarte? Bien, gracias.