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El presidente Pedro Pablo Kuczynski ha concedido “indulto humanitario” a Alberto Fujimori, condenado a 25 años de cárcel por delitos de lesa humanidad, basándose en un informe médico hecho a la medida por una comisión a la medida, participando el médico personal de Fujimori. Un informe viciado.

El indulto concedido, transgrediendo las normas legales que el propio gobierno de Alberto Fujimori estableció, es inaceptable. El presidente PPK abusó de sus prerrogativas al no respetar el trámite legal. No estamos en monarquía sino en democracia, y es lo que defendemos.

Todo indica que PPK negociaba el indulto aunque lo negara a los congresistas, incluyendo los de su propio partido. Estamos frente a una traición al país y un retroceso en la construcción de un Perú reconciliado.

Es imprescindible verificar la validez de los trámites y que no haya habido festinación, ni informes falsos, sino hay que anularlo, como ya sucedió con el indulto otorgado a Crousillat por Alan García.

Alberto Fujimori no puede salir libre y hacer política. Si realmente está grave y médicamente se recomienda el indulto, debiera mantenerse alejado del quehacer político: lo otro es signo de una condición médica falsa.

Por el bien del país, por la memoria de las víctimas, por una verdadera reconciliación, la investigación debe ser sumaria y anular este indulto “humanitario” si corresponde.