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Toda la temática que se aborda en el Foro de Cooperación Económica Asia-Pacífico (APEC), que se desarrolla en nuestra capital, resulta importante, impostergable y, en muchos casos, vinculante, pero la presencia del presidente y creador de la red social Facebook, Mark Zuckerberg, representa un acápite que marcará historia en nuestro país.

Y es que, además del perfil de tótem que disgrega por todo el mundo, al que le suma un patrimonio estimado por la revista Forbes en 50.4 mil millones de dólares producto de su liderazgo e innovación, ha traído generosamente a Lima el proyecto Aquila que permite conectar con internet a las zonas más alejadas; es decir, y como ha mencionado el ministro de Transportes, Martín Vizcarra, Zuckerberg bien podría convertirse en socio estratégico del Perú para efectos de una conectividad sin precedentes. “Este es el futuro que me entusiasma a mí”, dijo Zuckerberg en su esperada exposición en el Gran Teatro Nacional.

Allí radica la trascendencia de su llegada a la cumbre APEC 2016, sin que esto implique restarle un ápice de importancia a la asistencia de Barack Obama (que prácticamente vino para despedirse), Vladimir Putin (siempre protocolar), Shinzo Abe, Xi Jinping y demás dignatarios.

Debemos felicitarnos, entonces, de ser anfitriones de un personaje como Zuckerberg, con tanta simpatía entre el mundo joven, y de las cabezas de las 21 economías más importantes del planeta. Como país, ganamos en todo: inversiones, turismo, comunicaciones, etc.