Después de tantas lágrimas y sufrimiento por las arremetidas climáticas en gran parte del país, esta semana ya hubo espacio para la sonrisa y, en algunos casos, carcajadas.

Y cómo no reír a quijada batiente ante chistes como el de Bienvenido Ramírez sobre el mal de Alzheimer. Para el congresista fujimorista, leer mucho es un camino seguro hacia esta enfermedad. Y señaló directamente a los profesores como eventuales víctimas.

La segunda parte del chiste es que Ramírez, además de una antonomásica vocación por el figuretismo, estudió medicina y se especializó en nefrología. O sea, necesariamente tiene que haber leído mucho sobre la estructura y función renal. ¿Y entonces?

Parece que al momento de lanzar su teoría tenía los riñones en la cabeza, de otro modo no se entiende tremenda barbaridad (¿vieron la cara de Guido Lombardi, que estaba a su costado?). El troleo en las redes sociales bien ganado que se lo tiene y lo obligaron a ofrecer disculpas.

No menos vacilón ocasionó la lista de la FIFA, que ubica a nuestra selección en el histórico puesto 17, por encima de Holanda, Croacia, Suecia y Camerún, habitualmente mundialistas. El “Ciego” Oblitas fácil le hace un monumento a Ricardo Gareca en la Videna.

En verdad esta noticia causa gracia, pero también da ganas de llorar. Cuánto nos gustaría que esté refrendada en la realidad, que halle sustento en logros y resultados, pero con solo recordar que no vamos a un Mundial hace 35 largos años, cualquier atisbo de alegría se nos pasa. Los “memes” editorializaron a la perfección sobre el tema.

Yo empiezo a creer que Confucio inventó la confusión, como dijo la Miss Panamá.