GF Default - Imported ANS Video id=8fad72e5-655c-428e-943a-9ce73bbf09d3
GF Default - Imported ANS Video id=8fad72e5-655c-428e-943a-9ce73bbf09d3

Ha pasado un año y un mes desde que en Correo denunciamos a lo largo de varias ediciones la existencia de un infame mausoleo senderista en el cementerio de Comas, y hasta el momento la estructura inaugurada en medio de cánticos y alabanzas a la banda terrorista continúa ahí, burlándose de todos los peruanos que hemos padecido esta lacra.

Cuando hicimos la denuncia en setiembre de 2016, el país entero, comenzando por las autoridades, mostró su indignación y se coincidió en la necesidad de demoler el mausoleo, que además fue construido de manera irregular. Sin embargo, pese a que se ofreció que sería derribado antes del 28 de julio último, hasta ahora todo sigue como el primer día.

Desde un inicio hemos tenido al Poder Judicial y al Ministerio Público en una disputa sobre este asunto, mientras en medio está la Municipalidad de Comas, que espera luz verde de los magistrados para mover sus cargadores frontales y traer todo abajo de una vez. Esto ocurre mientras los abogados prosenderistas se mueven en varios fueros a fin de evitar lo que el país entero espera: la demolición.

Lamentablemente, el caso del mausoleo senderista es apenas una muestra de cómo las instituciones del Estado no funcionan para hacerle frente al terrorismo, que tiene una muy bien planeada estrategia de hacer sentir su presencia. El Perú camina muy despacio en este tema.

Otra muestra de ello es que, a cuatro años de iniciado el caso, aún no se inicia el juicio oral a miembros del Movadef arrestados en la operación “Perseo”. Una burla adicional a todos los peruanos.