​El otro “Chino” que no se va

El legado mental de Velasco sigue vivo. Incluso entre quienes creen estar alejados de su pensamiento. Al final, una educación básica capturada por Patria Roja tiene que pasar factura. Y es que, cual acto reflejo, muchos, la mayoría, aún siguen bajo el influjo de ese otro “Chino” y sus ideas.

Nada como el petróleo para que reaparezca, con total nitidez, el espíritu del General. Frases como “industria estratégica”, “soberanía energética” o “autosuficiencia petrolera” reaparecieron esta semana, con fuerza, en la boca no solo de consuetudinarios cultores del velasquismo ortodoxo, sino en los labios de quienes hasta hace no mucho eran los portadores políticos de la mayor revolución liberal antiestatal que permitió reencaminar al país luego de la crisis profunda a la que lo sumió precisamente el modelo económico basado en la “Revolución Peruana”, el mayor experimento socialista que ha padecido el Perú.

La falta de convencimiento real en un modelo económico de apertura capitalista al mundo es el verdadero motivo por el cual dicho modelo no avanza en proveer los resultados acelerados que todos deseamos. Los cinco gobiernos que estuvieron al mando con él admitieron que es el mejor camino, pero todos anduvieron tímidamente. Eso le quita confianza a la ciudadanía. ¿Y cómo no proyectar temor si quienes estaban llamados a hacerlo suyo, por ser los actores principales de su implementación exitosa, hoy se muestran inseguros y hasta oportunistas con el momento electoral, tratando de satisfacer a una izquierda que los repudia? Menuda tarea en la lucha de las ideas permanece indemne frente a ese otro “Chino” que se resiste a irse.