El peso de Nadine Heredia
El peso de Nadine Heredia

Lo mejor que pudo hacer el saliente César Villanueva, luego de haber sido dejado sin piso por Nadine Heredia y más tarde por el ministro de Economía y Finanzas, Luis Miguel Castilla, fue asumir una postura digna –más aún si quiere volver a ser al menos presidente de la región San Martín– y presentar su renuncia a la Presidencia del Consejo de Ministros por razones que, como dijo ayer a una radio local, solo conocen él y el presidente Ollanta Humala.

Además, la salida de Villanueva ha permitido confirmar y reconfirmar ante los ojos de los peruanos el tremendo peso de la señora Heredia en el Gobierno. Es la primera vez en la historia del Perú que una primera dama contradice a un jefe de gabinete -en teoría, el número 2 del Ejecutivo- y que este a las pocas horas sale del cargo. Qué dirán ahora aquellos voceros del régimen que afirman que todo lo que se cuenta sobre el poder de la esposa de Humala es un mito inventado por la prensa y los enemigos.

Ahora tenemos en la PCM a René Cornejo, un técnico que se ha mantenido en el gabinete desde los inicios de la gestión humalista gracias a su perfil bajo, el cual tendrá que dejar de lado a partir de hoy, pues lo que necesita este gobierno es un vocero político que destaque y que realmente sea el número 2 del régimen, en lugar de la Primera Dama. A esta última, el jefe de Estado debería controlarla y mantenerla al margen por el bien de su propia administración, a la que le falta mucho para irse. Ojalá pueda.

Cornejo tiene fama de ser bastante ejecutivo y bueno sería que mantenga ese perfil, pues lo que necesita el país es mover la rueda de las inversiones, avanzar en la inclusión social y apuntalar la economía con visión de mediano y largo plazo, antes que tener a un gabinete sorteando problemas coyunturales y tratando de demostrar que sus integrantes son los que mandan, y no Nadine Heredia, la de la luz verde al sobreviviente titular de Defensa, Pedro Cateriano.