El único responsable de que en este momento tengamos como ministro de Trabajo y Promoción del Empleo a Iber Maraví, cuyo nombre aparece en atestados policiales de los años 80 como implicado en atentados terroristas al lado de una asesina del calibre de Edith Lagos, es el presidente Pedro Castillo, quien sin duda conoce desde hace mucho los antecedentes de este sujeto que además es un conocido agitador perteneciente al sindicato del actual mandatario.

Para los que en la campaña electoral se pusieron la venda en los ojos a fin de negarse a ver los indubitables nexos entre Castillo y Sendero Luminoso a través del Movadef y su sindicato de docentes, acá tienen ahora a un senderista sentado en el gabinete, lo cual es una afrenta a las víctimas del terrorismo y los uniformados y civiles que han luchado contra estas lacras que han ganado en las urnas lo que no lograron a punta de dinamita y tiro de gracia en la sien.

Y que no vengan el presidente Castillo y su ministro Maraví a hacerse las víctimas de “la derecha”, “los medios”, “los empresarios” o “los corruptos”. Las evidencias son más que claras, y si este sujeto no es removido del gabinete es porque el jefe del Estado está de acuerdo con sus actos y sus explosivos antecedentes. Acá no existe “terruqueo”. Lo que hay es un mandatario avalando a un “no habido” tras varios atentados dinamiteros cometidos en Ayacucho a inicios de los explosivos años 80.

El jefe de Estado tampoco nos puede decir que la presencia de este personaje es algo casual y que no sabía de sus antecedentes. Esto no resiste el menor análisis. En primer lugar, Maraví tiene una larga militancia en el sindicato de Castillo. No es que se conozcan desde ahora. De otro lado, el actual gabinete está encabezado por un filosenderista y admirador de la terrorista Lagos como Guido Bellido. Así que no hay nada de casualidad. Eso no lo cree ni la aliada del régimen Verónika Mendoza.

Más bien, si el presidente está dispuesto a mantener a Maraví en su gobierno, debería tener el valor de salir ante los peruanos a través de los medios, para respaldar públicamente al yerno del “Monstruo de Lucanamarca” y explicar las razones por las cuales le ha rechazado su renuncia que el lunes por la noche anunció el premier de juguete Bellido, a quien nadie parece respetar dentro del llamado “peor gabinete de la historia del Perú”.