En estos momentos se ha generado un intenso debate en torno a la decisión del Congreso de reponer a 14 mil docentes interinos que no lograron aprobar o ni siquiera se presentaron a las evaluaciones pertinentes. Este tema, sin duda, suscita inquietudes legítimas sobre el impacto que esto podría tener en la calidad de la educación y, en última instancia, en el futuro de nuestro país.

De esta forma, el Legislativo continúa a ritmo acelerado su festín de medidas populistas. Ciegos y sordos al clamor de la gente solo se dedica a sacar adelante proyectos que vayan de la manos con sus intereses y apetitos políticos.

En tanto, más que indiferencia, el silencio de la presidenta Dina Boluarte sobre este tema resulta un respaldo. Además, resulta controversial, que justo cuando la exministra de Educación, Magnet Márquez, se pronunció en contra de la reposición de los profesores, haya salido del gabinete.

La educación desempeña un papel fundamental en el desarrollo y prosperidad de cualquier país. Los maestros son pilares fundamentales de este sistema, ya que son los responsables de impartir conocimientos y forjar el camino de los estudiantes hacia un futuro prometedor. Por lo tanto, es fundamental que los maestros estén adecuadamente preparados y capacitados para desempeñar esta función vital.

Esperemos que la nueva ministra de Educación, Miriam Ponce, se oponga a esta norma y que el Gobierno la observe. Reincorporar a 14 mil maestros incapacitados para enseñar a los escolares, que son el futuro del Perú, es un atentado a la excelencia educativa.