Día a día, la pandemia evidencia que el mundo ha cambiado y que es necesario adaptarnos a él. Lo vemos desde en la manera en que nos relacionamos con los demás, hasta en la urgencia de acelerar las reformas postergadas en temas como salud pública y modernización del Estado.

En el ámbito empresarial, la crisis nos está mostrando una vez más que el modelo tradicional en el que el lucro era lo único relevante, hoy no es suficiente. Es tiempo de avanzar hacia un nuevo paradigma de negocios que también atienda diferentes problemas sociales o ambientales.

En ese sentido, el planteo de Sociedades de Beneficio e Interés Colectivo es una alternativa valiosa que encarna un nuevo ADN empresarial, en el que los objetivos de impacto positivo en la comunidad son tan importantes como los financieros. Según estimaciones, existirían más de 170 mil compañías de este tipo en Iberoamérica, que emplearían alrededor de 10 millones de trabajadores.

En el Perú ya contamos con empresas con este tipo de propósito, pero aún no tenemos un marco legal que las tutele. Para solucionar esto, presenté el Proyecto de Ley 2533 en el 2018, gracias a un valioso trabajo conjunto con la academia. Este no cambia los tipos societarios ya existentes, sino los complementa con esta nueva categoría, con el objetivo de impulsar un modelo en el que se aprovecha el potencial de las empresas privadas para generar bienestar.

A la fecha, ya pasó por unanimidad por dos comisiones del Congreso y aguarda ser tratado en el Pleno. Esperemos lograr los consensos necesarios para aprobarlo. Si hace dos años era importante, hoy es fundamental.

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